LOS RITMOS DE LO SALVAJE

Celebrar el final del verano es agradecer por el tiempo disfrutado, por el calor, el estar afuera, los frutos, las cosechas. El tiempo de celebrar lo obtenido y empezar a preparar nuevos proyectos. En otoño regresamos al trabajo, al vecindario, a los entornos que habitamos. Son los días agradables, las tormentas, los reencuentros. los ratos de lectura mientras llueve fuera, la luz matizada, los colores del bosque.  En el equinoccio de otoño encontramos de nuevo el equilibrio entre día y noche, y a partir de este momento la oscuridad irá ganando terreno a la luz, conforme avanzamos hacia el invierno.  Es un buen momento para conectar con el cuerpo, y para ritualizar, ampliando nuestros estados de conciencia. Para recoger semillas, y guardarlas hasta la primavera. Y para despedirnos de los insectos, y de los que se alimentan ahora para pasar el invierno durmiendo.  SÁBADO 25 DE SEPTIEMBRE.  EQUINOCCIO DE OTOÑO: Nuestra propuesta de otoño nos lleva de nuevo a sentir los ritmos naturales,